Calambres Musculares o Espasmos Musculares

 

Es un proceso en el que el sistema neuromuscular es irritado por una serie de causas que provocan contracciones involuntarias del musculo. Puede darse en cualquier parte del cuerpo pero es más común en pantorrillas, muslos, pies y manos. 

Cuando esto sucede se suele sentir la zona afectada con mucha tensión y en ocasiones se sienten especies de “nudos” y el dolor puede ser intenso, incluso de no tratarse puede generar principios de desagarres musculares pues el espasmo muscular es el primer síntoma de debilidad muscular.

Las causas de los calambres musculares o espasmos son:

• Músculo sobrecargado
• Deshidratación por sudor, vómitos o diarrea
• Bajos niveles de minerales como calcio, sodio, magnesio o potasio
• Exposición al frio, calor o estrés excesivo
• Malas posturas al dormir
• Ausencia de vitaminas
• Anemia

Desde el punto de vista médico no hay evaluación de sangre o imágenes que identifique esta sensación, como tratamiento pueden realizarse las siguientes acciones:

Estirar el musculo afectado, por ejemplo un calambre en los gemelos, se le ayuda al deportista a subir la punta de los pies para producir la contracción de los tibiales anteriores, músculos opuestos a los gemelos.

Aplicar hielo o frotar hielo sobre la zona y estirarla

Aplicar calor y frio para activar la irrigación sanguínea

Verificar la estructura y organización del entrenamiento diario

Consumir

Vitamina B2. La puedes encontrar en las almendras, los higaditos y entrañas en general, los extractos de carne, el germen de trigo y la levadura de cerveza.

Vitamina C. Se encuentra en la naranja y el limón, perejil, pimientos, repollo, brécol, berros y el kiwi.

Vitamina D. Principalmente en la leche y quesos grasos, el aceite de hígado de bacalao, los pescados (frescos y en conserva).

Vitamina PP (o B3). Está presente en alcachofas y espinacas, el hígado de ternera y los concentrados de carne.

Finalmente inyectar antiinflamatorios no esteroideos o antiespasmódicos si el caso es severo