La humildad si tiene sabor

El diccionario de la Real Academia Española define humildad de la siguiente forma: 

"Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento." del mismo modo agrega las siguientes palabras al final. "Sumisión, rendimiento.

Hasta hoy sólo conocía ese concepto, y hasta con cierta vergüenza digo que sumisión y rendimiento eran las palabras más apropiadas, quizás impregnado un poco de la historia cristiana y el ejemplo de Jesús, pero como lo dije eso fue hasta hoy, ahora nació un nuevo conocimiento de humildad, llamado actitud y aptitud los cuales no conocía o mejor dicho no veía su aplicación en el deporte. Gracias Ugueth.

En el deporte, dentro del terreno de juego, el concepto de humildad no puede ser sumisión, eso equivale a perder, ser perdedor, es bueno conocer las limitaciones y debilidades personales, pero del mismo modo hay que reconocer las fortalezas y potencialidades. Si un arquero va a parar un penalty no puede pensar en sus debilidades, y aun así puede expresar humildad. Un bateador puede mantener un lenguaje corporal sereno pero una mirada activa y un pensamiento agresivo, lo que le daría el equilibrio para reaccionar.

Ahora bien, el conocimiento sin duda alguna genera seguridad, comodidad e incluso cierta vanidad, pregunto, cómo abandonar estas sensaciones ante una situación adversa que desea limitar tu llegada a la meta y a la vez mostrar humildad? Si bien es cierto que nadie se las sabe todas debes confiar en todo lo que sabes para competir, en el béisbol Bob Abreu es un ejemplo de esto.

Tener tanto conocimiento sobre el arte de batear debe darte un aire omnipotente incluso fallando siete veces y acertando sólo tres eres un grande. Anticipar el lanzamiento que viene, desmenuzar las técnicas de tu oponente y descubrir su humildad en el término antiguo (sus debilidades) guardar la ansiedad de despedazarlo no abusando de tu vanidad para que no te juegue una mala pasada, e incluso para que te deje ver si hubo un cambio repentino a lo que esperabas y puedas reaccionar sin bajar la eficacia de tu objetivo, eso sólo es posible, respetando a quien pueda sentirse afectado, lo entiendo, sólo es posible por el Bobby.

Nadie disfruta fallar pero unos pocos sacan provecho de eso, la autodisciplina de repetir un sistema de estudio del juego que te mantenga donde quieres estar, enfocado en el destino que visualizas y que tienes la oportunidad de ir construyendo día a día, con la paciencia que da la experiencia, con la picardía que da el conocimiento de donde estás, quién eres, que buscas y de que eres capaz, súmale el apoyo de una fanaticada inconsistente pero fanaticada al fin y lo más importante la mirada constante de un amigo fiel  que desde el dogout se comunica sin palabras y una mirada basta para entenderse, una conexión casi espiritual que sólo se logra cuando se es amigo en la integridad de la palabra. De esta forma es que veo como un pelotero construye una reputación, un ejemplo a seguir, repitiendo la misma acción durante un largo periodo de tiempo, sin importar cuan malo puede ser un momento durante la guerra. 

En el fondo suena un ritmo pegajoso y suelta las palabras "no se tire compai hagame caso, mire que se va a cae" aparece en escena con un tumbao al caminar, es el momento de la vanidad, la seguridad, la convicción, el momento preparativo que manda un mensaje al oponente "no se tire compai hágame caso, mire que se va a cae" y para quien sabe más sobre esta frase, sabe que el bravo de verdad es él. Limpia la huella que alguien haya dejado antes de él y con su bate tres golpes declaran el comienzo de la guerra. En su mente está lo que sabe de batear, lo que sabe sobre los pitchers y sus estrategias, y aparece la humildad desplazando la ansiedad que siempre dice “voy a partirte” dejando paso a la frase “tranquilo que se lo que hago”. No hay sonidos de su boca que puedan escucharse, se escapa una risa para quienes lo apoyan vanidosa, para una fanática es símbolo de atracción y para quienes lo odian chocante, para quien la hace significa relax, disfrute, conocimiento de las intenciones de su oponente del momento y confianza en sus fortalezas. Luego de eso retoma el control la humildad, la serenidad pero con dosis de competitividad, ambición, triunfo, me atrevo a decir hasta una dosis de maldad, ella hace falta para competir. El resultado final puede ser una vuelta al cuadro cómodamente, quizás un esfuerzo por una base más o simplemente la llegada tranquila a destino seguro y en varios casos el regreso a su lugar de salida sin éxito, pero en cualquiera de los casos siempre su reputación lo sigue, el béisbol da guerras para seguir luchando y la firme convicción de saber que hoy no se termina, que ahora es que queda Bobby pa rato.